Una de las diferencias principales entre los tres tipos de ciclones tropicales es su organización. La depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia pero las bandas espirales no están bien delimitadas. La tormenta tropical es un sistema atmosférico con una mejor estructura, con bandas espiraladas convergentes hacia el centro del sistema. El huracán por su parte es un sistema totalmente organizado en toda la troposfera con bandas espiraladas de lluvia bien delimitadas.
La palabra "huracán" deriva del vocablo Maya "hurakan",
nombre de un Dios creador, quien, según los mayas, esparció su aliento a
través de las caóticas aguas del inicio, creando, por tal motivo, la
tierra.
La Temporada de Huracanes en la Cuenca
del Atlántico comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. La
Cuenca del Atlántico comprende el Mar Caribe, el Golfo de México y el
Océano Atlántico.
El huracán produce dos tipos de efectos desde el
punto de vista técnico: el efecto directo es cuando una región
específica es afectada por vientos, lluvia y marejada generados por el
huracán; el efecto indirecto, incluye únicamente uno o dos de los
anteriores efectos.
Este fenómeno se forma a partir de sistemas de bajas presiones
con actividad lluviosa y eléctrica. Los huracanes tienen distintos
nombres según la zona o la región en la que se producen. Así se le llama
ciclón tropical en el Caribe, tifón en el Océano Índico y mar de Japón, baguío en Filipinas y willy-willy en Australia.
La escala Saffir-Simpson define y clasifica la
categoría de un huracán en función de la velocidad de los vientos del
mismo. La categoría 1 es la menos intensa (vientos de 119 a 153 km/h);
la categoría 5 es la más intensa (vientos mayores que 250 km/h). La
categoría de un huracán no está relacionada necesariamente con los daños
que ocasiona. Los huracanes categorías 1 ó 2 pueden causar efectos
severos dependiendo de los fenómenos atmosféricos que interactúen con
ellos, el tipo de región afectada y la velocidad de desplazamiento del
huracán. Los huracanes de categoría 3,4, o 5 son considerados como
severos.
Existen una serie de causas y de disposiciones favorables para que se
produzcan estos huracanes. Así, en aguas cálidas del trópico suelen
formarse sistemas de baja presión y ondas tropicales. Podemos decir que
existen 5 factores fundamentales que deben estar presentes para que se
dé un huracán:
- Un disturbio atmosférico preexistente en el que se incluyan tormentas.
- Temperaturas oceánicas cálidas, al menos 26 °C, desde la superficie del mar hasta 15 metros por debajo de ésta. A esa temperatura, el agua del océano se está evaporando al nivel acelerado requerido para que se forme el huracán. Es ese proceso de evaporación y la condensación eventual del vapor de agua en forma de nubes, el que libera la energía que le da la fuerza al sistema tormentoso para generar vientos fuertes y lluvia.
- Viento: vientos débiles en los niveles altos de la atmósfera que no cambien mucho en dirección y velocidad. La presencia de viento cálido cerca de la superficie del mar permite que haya mucha evaporación y que comience a ascender sin grandes contratiempos, originándose una presión negativa que arrastra al aire en forma de espiral hacia adentro y arriba, permitiendo que continúe el proceso de evaporación. En los altos niveles de la atmósfera los vientos deben ser débiles para que la estructura se mantenga intacta y no se interrumpa este ciclo.
- El Giro: la rotación de la tierra eventualmente le da movimiento en forma circular a este sistema que comienza a girar y desplazarse como un gigantesco trompo. Este giro se realiza en sentido contrario al de las manecillas del reloj en el hemisferio norte y en sentido favorable en el hemisferio sur.
- Humedad: el huracán necesita la energía de evaporación como combustible y para ello tiene que haber mucha humedad. La humedad se da con mayor facilidad sobre el mar, de modo que su avance e incremento en energía ocurre allí más fácilmente, debilitándose en cambio al llegar a tierra firme.
Observación de los ciclones tropicales
- Observaciones directas: se llevan a cabo por medio de aviones, barcos o boyas que determinan las dimensiones y velocidad de los vientos del ciclón tropical. Cuando el huracán hace contacto con la parte continental, las mediciones se hacen con estaciones meteorológicas; los radiosondas registran datos de las partes superiores del sistema (niveles altos de la atmósfera).
- Observaciones indirectas: se realizan por medio
de satélites meteorológicos y radares que detectan el comportamiento
del sistema, así como sus características físicas.
Ejemplos de métodos para la observación
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Hay una serie de lineamientos básicos
para mantenerse a salvo durante una emergencia de este tipo, los cuales
enunciamos a continuación:
1. Lo principal, es mantener la calma.
2. Aléjese de lugares bajos o cercanos a ríos, quebradas, etc.
3. Permanezca en su casa sólo si es de construcción sólida y está situada en un terreno alto.
4. Desconecte la energía eléctrica y las entradas de gas a su casa.
5. Compre baterías y encienda un radio para escuchar los boletines de emergencias.
6. Mantenga un suministro de agua para varios días y no beba el agua de la llave.
7. Manténgase alejado de puertas y ventanas y protéjalas con tablones, contraventanas o cinta adhesiva.
8. Retire los objetos que tenga en el
exterior o llévelos al interior de la casa y ancle aquellos elementos
que no pueda pasar al interior.
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